¿Eres demasiado mayor para ir de fiesta? ¿Tus obligaciones conyugales, laborales, estudiantiles o físicas no te han permitido acudir puntual a todas las verbenas? ¿Quizás a ninguna? No te preocupes, el SIA (Servicio de Información Algarreño), formado principalmente por Carlos y por mí, ha acudido a todas y cada una de las fiestas populares del verano con un único objetivo: tu información. Hemos sacrificado un verano de descanso, relax y contacto con la naturaleza para poder mantenerte informado puntualmente de todo lo que ha sucedido durante los días de verbena, que básicamente se puede resumir en tres cosas: beber, asustar mujeres de pueblos vecinos (sin importar su edad), y crearnos enemigos en esos mismos pueblos.
No, no hace falta que nos lo agradezcas; nos conformamos con que el verano próximo nos pagues unos cubatillas por el trabajo realizado. Si tienes amigas en edad de merecer también puedes darles nuestros e-mails, y si finalmente hay boda te invitaremos. Gracias de antemano.
 

Verano del 2000.

        Orquesta: Diamond.
        Bueno bueno... para ser el primer día, y contando con que la temperatura ambiente era más bien baja (bajísima), no está mal. Nadie acabó borracho y fué una noche tranquila con el resto de pueblos. Además, volvimos a ver a viejas amigas (ellas no lo saben, pero son nuestras amigas) de otros pueblos, como la rubia Jaca Paca (no diremos de donde es por si se mosquea por el mote) o Las Morbositas (idem).
        Orquesta: Diamond.
        Segunda noche que cojo el coche... aggggggg, otro día sin beber. Como ayer, la noche es fría y tranquila, y seguimos viendo viejas "amigas": hoy es el turno de la Cabo Guijarro (¡¡Aquí se hace todo a la puta carrera!!). Comienzan los primeros comentarios (de momento en voz baja) sobre la escasez de pelo del tipo de los Diamond que nunca nos dedica una canción. Ah, y encima tuve que hacer dos veces el viaje de vuelta porque una persona del pueblo se quedó tirada en la verbena sin sitio en ningún coche: como siempre, la organización en Algarra brilla por su ausencia. Frase de la noche: "Con el frío que hace y ese vestido, esa tía tiene que tener estalactitas en el coño".
        Orquesta: Diamond.
        ¡Por fin! Hoy no conduzco, y casualmente se produce la primera borrachera común; según nos dijeron el día siguiente, los Diamond se reían de nosotros y nuestro estilo de baile. Nos sentamos en la barra del bar, y las malas relaciones con otros pueblos iban en aumento porque todos tenían que dar una vuelta para poder pedir. Por lo demás, esa noche no hizo frío (al menos para algunos), y Carlos (al que le tocó conducir) no lo pasó muy bien persiguiéndonos a la carrera para meternos en el coche...
        Orquesta: Ni idea.
        Ufff, día de resaca. Me parece que esta fué la única noche en la que todos queríamos conducir en lugar de beber. Una noche de tránsito en previsión de lo que se avecinaba, pero aún así aguantamos hasta el final de la verbena y acabamos almorzando (con vino) en Algarra. Frase de la noche: "Soy demasiado joven para subir a ese coche". Imagen de la noche: Una de las chicas del pueblo corriendo desesperada hacia nuestro grupo porque pensaba que nos había perdido y había unos tipos diciéndole guarradillas.
        Orquesta: Traviatta.
        Claro, como ayer apenas bebimos, hoy toca revancha: casi todos borrachos bailando música máquina cuando acabó de tocar la orquesta, asustando mujeres de varios pueblos, y acojonando a las bailarinas de la orquesta al grito de "¡Griego, griego!". Creo que aquí comenzaron nuestras malas relaciones con los pueblos vecinos, incluyendo Sto. Domingo; "A mí el calimocho me lo pones sin hielos" fué la frase de la noche, y la imagen fué la de Álvaro (alias "El Vasco", el mismo de la frase anterior) bailando "La Bomba".
        Orquesta: Diamond.
        Los campeones bajamos y subimos andando para poder beber lo que quisiéramos. Como los Diamond no nos dedicaban canciones, decidimos dedicarle nosotros una a su cantante: "Esas entradas, Diamond esas entradas, esas entradaaaaaasss...." . Imagen patética de varios tios borrachos cantándole eso sin cortarse un pelo (nunca mejor dicho), en pleno descanso, y mientras el pobre hombre trataba de hacerse el simpático con las mujeres de nuestro pueblo. Frase de la noche: "¿Tú eres de los Corrs?" (lanzada por el más borracho de todos al intentar ligar con una tipa de unos pueblos más abajo).
        Orquesta: Casman.
        Vaya, otra noche sin conducir... cada vez me gusta más el verano.  Para variar, acabamos la noche bastante doblados, bailando música máquina cuando acabó la verbena... la imagen más patética fué mía, intentando buscar pareja para el baile del farolillo ese (un farol que me habían endosado no sé como, y cuyo funcionamiento nunca llegué a comprender), y la frase de la noche fué "Esa tía tiene telarañas en el himen"... si es que ya se sabe: cinco tíos borrachos en un coche no pueden hablar más que de guarradas.
        Orquesta: Bazter.
        Seguimos fomentando los malos rollos Algarra - Resto del Mundo; seré gafe, pero yo pensaba que esa noche nos iban a dar: de repente nos vimos rodeados de mazas que nos lanzaban miradas como para helar la sangre, aunque al final no pasó nada. Bueno, acojonamos un poco al de la mesa de mezclas de los Bazter cuando botábamos borrachos a su lado y el tipo esperaba que en cualquier momento alguno de nosotros acabaría sobre su mesa; sus miradas lo decían todo. Frase de la noche: "Y encima que me da calabazas, era fea". Imagen patética: nuestros botes alrededor de la mesa de mezclas.
        Orquesta: Diamond.
        Casi todos (menos los que conducían) borrachos: y es que nos tocó el bingo... bueno, a repartir entre cuatro, pero menos da una piedra. Los cubalitros de cerveza iban y venían sin parar, y acabaron convirtiéndose en "Agua de San Martín": cubos de cerveza con cubatas dentro. Seguimos fomentando la enemistad con otros pueblos, ya que durante el bingo nos dedicábamos a gritar un número diferente al que cantaban, confundiendo así a las abuelas... varias miradas amenazantes y varios avisos: "Los del pueblo les van a pegar una paliza", "¿Quereis dejar de hacer el imbécil?", etc; el "verbening" es ya un deporte de riesgo. Finalmente, acabamos asustando abuelas y niñas en la puerta del horno de Landete donde fuimos a almorzar napolitanas: "¡Guapa, a ti me te follaba!". Si esa noche no nos detuvo la Guardia Civil, ya no nos detendrán nunca. Ah, ¿de dónde somos? ¡Deprimentes!
        Orquesta: Fantasía.
        Sin comentarios. Como no podía ser menos, borrachera general, hasta el punto de que después de la verbena nos fuimos a Landete a desayunar (las napolitanas enganchan). Por si las relaciones con ese pueblo eran malas,  justo antes de que unos lugareños pidieran napolitanas en la cola del horno nos pedimos todas nosotros. Frase de la noche: "Deme todas". Imagen: rotura del intermitente de cierto coche... ya lo dicen por ahí: si bebes, no conduzcas.
        Orquesta: Fantasía.
        Tercer ciego encadenado... parecemos M-80. Hoy no bajamos a Landete porque desayunamos las chuletas que sobraron de la cena popular, junto a una botella de JB y otra de ginebra que teníamos por ahí. Como todos los años, al final de la verbena hubo la típica pelea con los de Garcimolína; solo nos falta ponerla en el programa de fiestas. Para hacernos una idea, los ánimos se empezaron a caldear a eso de las dos, y a pesar de que un servidor (cubata en mano) no dejaba de pedir calma, a las seis se montó lo esperado. No pasa nada, como todos los años luego nos pedimos perdón entre pueblos, e incluso bebemos juntos hasta el año siguiente. La imagen fué única: caída de espaldas al pilón de la fuente por parte de uno de los nuestros (no decimos nombres :). La frase de la noche también fué apoteósica: "Contigo se va a casar tu puta madre" (tampoco decimos nombres, pero la chica se la dijo a su novio, con el que en principio - y esperemos que finalmente así sea, es una buena amiga - se casaba en septiembre). Y todo por la clásica movida Algarra-Garcimolina..
        Orquesta: Casman.
        Hoy cojo yo el coche: si no paro de beber un día, la cosa acabará mal. El ambiente es tenso, ya que aún existen ansias de venganza contra los de Garcimolina por parte de algunos de los nuestros; finalmente casi la pagan los de Boniches... mejor dicho, casi la pagamos nosotros, porque estabamos en Boniches almorzando cuando hubo un par de comentarios entre pueblos (motivados principalmente por el alcohol ingerido por ambas partes). Por suerte, la sangre no llegó al río, aunque reconozco que a la vuelta yo tenía paranoias porque pensaba que nos perseguían por las curvas de Alcalá (que este año, para hacer mas emocionante el "verbening", eran de tierra en lugar de asfalto).
 
        Orquesta: Diamond.
        Joer, hoy tocan otra vez los Diamond. Claro que, como estamos en su pueblo, mejor no faltarse con ellos, al menos en voz alta. Los ánimos ya están calmados, así que la noche es tranquila; de cualquier forma, ahora lo primero que hacemos al llegar a una verbena es localizar amigos y enemigos, por si hay problemas (más vale prevenir...). Como para nosotros es mejor no aparecer mucho por Boniches o Landete, acabamos en el horno de Salvacañete zampando napolitanas y empanada como descosidos; creo que ya estamos enganchados a estos almuerzos igual que al ya típico "cigarrito en el collao": siempre que nos viene de paso (y algunas noches que no nos viene), al volver a casa paramos en el "collao" de Algarra para disfrutar de la vista mientras fumamos un cigarro y comentamos las mejores jugadas de la noche.
        Orquesta: Acacya-Diamond.
        Sólo hay una palabra para definir esta noche: patética. En primer lugar fuimos a Campillos Paravientos, pero el ambiente no era el mejor esa noche; es más, sólo estaban los del pueblo, los de El Cubillo, y nosotros.  Nuestros compañeros verbeneros de El Cubillo se iban a Boniches, así que decidimos seguir sus pasos (íbamos protegidos), pero en este pueblo el ambiente era igual o peor: sólo estaban los de Boniches, los de El Cubillo y nosotros, y encima la orquesta era... ¡oh, sorpresa! los Diamond, así que sólo duramos un cubo de cerveza en Boniches: vuelta a Campillos con la esperanza de que el ambiente se hubiera arreglado. Pero no fué así; estuvimos escuchando el bingo (del cual no llevábamos cartones) y riéndonos con el tipo que lo cantaba (el año que viene lo fichamos para Algarra, era un auténtico showman con el que te partías). Tras el bingo y unas hamburguesas, decidimos que lo mejor era intentarlo en Landete, así que hacia allí nos fuimos... para acabar en la discoteca: quién nos lo iba a decir, con el asco que nos dan esos sitios, pero el caso es que al final lo pasamos bien, incluso yo no tenía ganas de salir de ese antro, pero el hambre y el sentido común se impusieron y nos fuimos al horno a almorzar napolitanas (la panadera cada vez que entramos ya se asustaba). Cigarrito en el collao, y a la cama.
        Orquesta: Bazter.
        Esta noche tocan los Bazter, así que la cosa promete. Salimos pronto de Algarra para poder aparcar cómodamente en Campillos. Para variar, algunas personas del grupo acaban borrachas (unas más que otras), y al final nos quedamos sólo uno de los coches (el mío, al que se le rompió el limpia trasero). Yo sólo veía pasar hamburguesas y botellas de calimocho (que no probé, conducía). Imagen de la noche: El Vasco dibujando una cruz de ketchup (había robado un bote en el bar de Campillos) en el olmo centenario de la plaza de Campillos, para marcar el territorio de la gente de Algarra; si nos llegan a ver los del pueblo nos matan. Además, se encargó de introducir ketchup en todo cubo de cerveza que veía, así como en su propio bolsillo (Álvaro, los botes se cierran, ¿sabes?). Frase de la noche: "Unos de fiesta y otros de caza", pronunciada por el más borracho del grupo cuando, ya en Algarra, intentaba llegar apoyándose en la pared a su casa y se encontró con un grupo de cazadores que salían; lo mejor para disimular...
        Orquesta: Bazter.
        Última noche de verbena con todo el mundo (mañana domingo se van casi todos), por lo que hay que aprovechar. Por suerte no cojo coche, así que puedo hacer lo que quiera. Los cubatas y los cubos de cerveza no paran de dar vueltas, al principio separados pero luego mezclados. Acabamos la noche almorzando en Boniches (esta vez protegidos por algunos de Alcalá), fumando el cigarro en el collao, y analizando los pormenores del verano que está a punto de acabar.
        Orquesta: Diamond.
        Sólo dos valientes (Carlos y un servidor) nos atrevimos a ir de verbening a Campillos de Sierra. Ir sólo dos de fiesta tiene sus ventajas (por ejemplo, nadie te agobia insistiendo en que es tarde y hay que volver al pueblo), pero también graves inconvenientes: damos imagen de dos viejos verdes que sólo van a la verbena a ver si cae alguna tía; y no es que sea mentira (excepto por lo de viejos), sino que no mola que el resto de pueblos lo noten. Como no conviene meterse en líos, nos limitamos a poner nervioso al cantante de los Diamond situándonos en primera fila y mirándolo fijamente, sin decir nada...y de paso nos aproximamos siguiendo una táctica militar (con disimulo incluido) a un grupo de tías más que potables. Todo va perfectamente, hasta que llegan los "amigos" de esas chicas y discretamente decidimos retirarnos a un lugar más seguro, cerca de los de El Cubillo y con los de Alcalá; como nosotros somos dos y ellos tres, decidimos hacer piña común para que no se note la escasez de fuerzas por ninguna de las dos partes. Y como a ellos los Diamond tampoco les dedican canciones, pensamos que para el próximo año vamos a inventar un nombre de pueblo que englobe a Algarra y Alcalá de la Vega, para pedirle cancioncillas al mueve-tu-cucu. Hoy el almuerzo lo hacemos en Salvacañete, cuya panadería parece ya un after, y el cigarro típico en el Collao.
        Orquesta: Bazter.
        Último día de verbena, hay que aprovechar, así que sin dudarlo nos vamos de nuevo los dos solos a Campillos de Sierra. Esta noche es incluso más triste que la anterior, ya que a la escasez de personal se une la falta de fuerzas, y la pena por ser la última verbena del 2000. Menos mal que seguimos haciendo piña con los de Alcalá, y nos ponemos cerca de la gente de El Cubillo para disimular más aún. Nuestro último intento de ligoteo acaba en calabazas (para variar), pero incluso así lo pasamos bien y nos reímos: encima de feas eran tontas. Últimos saltos del verano, últimas cervezas, y a almorzar a Salvacañete (con resopón y cigarrito en el collao, vigilando por si venía el mastín). Fin del verano. Frase de la noche: "Podemos mantener una relación profesional" (uno de nosotros al grupito de tias feas y tontas, antes de que vinieran sus novios). Imagen: mi desolación; de las tres mujeres de las que me enamoré la noche anterior, he visto a dos con novio, y encima formando el tándem tía buena - tío capullo. ¿Por qué la vida es tan injusta?