Se supone de tiempos de Alfonso VIII, construida hacia la fecha de la reconquista de Cuenca.Parece que inicialmente fué una ermita románica, sin campanario, posteriormente transformada. En la parte añadida, podemos leer la inscripción "1729".
Arquitectónicamente, consta de dos cuerpos bien diferenciados, divididos por un arco triunfal y con diferente artesa en cada uno de ellos; en el primero, donde actualmente se halla la puerta con una escalinata empinada, podemos encontrar un alero de cornisa plana, sobre canetes de toba sin esculpir. En el cuerpo trasero dicha cornisa es de piedra sobre ménsulas del mismo material. En el muro del norte encontramos un arco ciego (antigua entrada), apuntado con dovelas lisas. El interior de la Iglesia tiene forma de salón, con un arco de triunfo que lo corta y marca la entrada en la cabezera, dotado de bases que profundizan bastante en la nave; en el arranque del arco encontramos impostas con vestigios de bezantes que fueron mutilados.
El cuerpo anterior al arco posee una cubierta de madera de doble vertiente con cuartones muy juntos; existen tres tirantes pareados sobre zapatas de doble canutillo y dobles medias cañas intermedias, muy pronunciadas. En la esquina inferior derecha se encuentra una empinada escalera formando un ángulo, por donde se accede al coro y campanario. El primero está sujetado por ménsulas y/o canecillos, decorados con estrías labradas. Del arco de triunfo en adelante tenemos una cubierta sobre cuartones finos que hacen de tapajuntas, teniendo el apoyo de las vigas vistas en sentido longitudinal. Tanto como el arco como el púlpito y todos los acabados en general presentan una policromía imitando mármol. El pavimento es de baldosa roja. En el siglo XVIII existían dos cofradías, la del Rosario y la de Animas, y por tanto sendos retablos: el de Santa Bárbara y el de Animas. En la actualidad se venera a Nuestra Señora de la Asunción, con fiesta popular cada quince de agosto, y también a San Marcos, con una romería a un paraje al pie del Cerro Santo el día 25 de Abril. La imagen de éste último, destruida durante la Guerra Civil, ha sido sustituida para el culto por la de otro santo.